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- El Dinero cavó un pozo con avaricia desmedida y malas artes. Para ello nos animó a gastar y gastar.
- Tanto creció el pozo que El Dinero tropezó y cayó dentro.
- Sus lacayos asustaron a la población para conseguir la ayuda necesaria. Los tontos fuimos en su ayuda, ignorando la evidente realidad de que, para el rescate, nos robarían lo poco que nos quedaba.
- Una vez rescatado, El Dinero nos reprendió porque habíamos gastado demasiado.
- Ahora el dinero nos acosa.
- Sus marionetas nos llaman vagos e improductivos.
- Nos piden un nuevo esfuerzo.
- Nos imponen sus decretos y "reformas".
- Nos vuelven a robar dinero y derechos sociales.
- Todo ello para cavar un nuevo pozo.