0
que estoy hecho a pintar mis suelas
del color del polvo de donde yo quiera,
mis sueños pasean por cualquier acera
Gritando al viento
Allí se oculta y desde allí observa. El viejo alumno ya ha olvidado los pasos que lo condujeron a su guarida, ajenos pasos quizá pues sólo es un sarmiento sin ser acebuche.
Un nuevo curso y un nuevo alumno ocupa su lugar, tan diferente es igual. Contempla las grietas de la pizarra sin levantar la mano pues desde la escarpada altura lo único que sabe hacer es gritar al viento.