El último pupitre

¿Alguien recuerda esto? 
Pues bien, comprendí que estaba fondón en lo que a televisión de calidad se refiere. De hecho, desde que los de SLQH no pueden sacar imágenes de Telecinco, Cuatro, Antena3 y Telemadrid, el nombre de Jorge Javier me sonaba a cantante latino o algo así.
Por eso, como todo buen deportista, he intentado entrenarme antes del gran reto. Realmente me ha costado comenzar porque siempre lo posponía para el siguiente lunes (como todo lo demás). Pero como tenía la impresión de que ya no llegaba a tiempo a la operación bikini, al final me puse a ello. Y lo hice comenzando a ver pequeños trozos de DEC, AR, el Diario de Patricia, la Noria... Así, poco a poco, para ir aclimatándome. Cuando sentí las primeras arcadas propias del duro entrenamiento, comprendí que estaba preparado para ver pequeñas dosis de Sálvame. Para ir conociendo a mi enemigo, ya sabéis.
He visto como comían, bebían, discutían, “cantaban”, enseñaban su ropa interior, se cambiaban de ropa los unos con los otros, hablaban por el móvil, y se hartaban de decir gilipolleces hacer profundas reflexiones. Y después de ver todo eso y descubrir que un programa de televisión se puede hacer simplemente juntando un montón de descerebrados excelentes profesionales y dejar que cada uno haga lo primero que se les pase por la cabeza, tengo que comunicaros que me rindo, he fracasado, ¡me he zurrado!
He tenido que alternar las sesiones televisivas con visitas al psicólogo y creo que tendré pesadillas con Carmele el resto de mi vida. Por eso me rindo y juro no veré Sálvame, ni entero ni a trozos. Nunca más.
De hecho, lo dejo por prescripción facultativa ya que después de un exhaustivo reconocimiento, el equipo médico que ha llevado mi caso me ha prohibido terminantemente volver a ver Telecinco. Al comunicármelo, comencé alarmado un pequeño diálogo que me dejó aún más horrorizado...
Yo: ¡pero, es que el mundial es en Telecinco! Al menos déjeme ver el fútbol, por favor.
El doctor: usted sabrá lo que hace pero yo no me responsabilizo de las secuelas que J.J. Santos le pueda provocar.
Siento haber fracasado en mi primer gran reto. No creo que haya decepcionado a mucha gente, salvo a mí. Aún así espero poder levantarme de nuevo y conseguir nuevos desafíos. ¿Alguna idea?
De momento deshojo la margarita para decidir si me arriesgo a ver lo que queda de mundial, quizás bajando el volumen...