Hoy nos has dejado, José Saramago, sin duda gran escritor pero sobre todo un gran ejemplo a seguir, siempre en lucha por una mayor justicia social.
Tu actitud, siempre reivindicativa, siempre justa, siempre luchadora, ha permanecido fiel a tu visión humanitaria del mundo hasta el último de los días que has vivido en él. Confío en que esa visión no se nos nuble a los que aún jugamos la partida.
Espero que, como tú, podamos ver siempre claro el horizonte.
Espero que, a pesar del pedregoso camino que nos toque andar, no nos rindamos a los cantos de sirena.
Espero que siempre exista la suficiente lucidez entre nosotros para ayudarnos a despertar.
Espero que perdure tu eco pues nunca has dejado de gritar.
"No me hablen de la muerte porque ya la conozco, de alguna forma ya la conozco" decías en una entrevista. Y ahora ella te conoce a ti. No hay duda de que temerá y admirará por igual tu temperamento, pues si fue honorable y luchador en vida, aún sin ella siempre perdurará ese fuego.
0
0 comentarios: