Matar al mensajero

Posted: 30/11/10 by Dat in Etiquetas: , ,
1

Pongámonos en situación. Vas por un callejón oscuro y ves cómo dos asaltantes cometen un asesinato. Rápidamente, tras reconocer la identidad de esos asaltantes, acudes a la policía con pruebas del suceso y denuncias los hechos. Tras recobrar el aliento, una agradable sensación de justicia te invade pese a que aún estás temblando por el peligro que has corrido. Quizá esperes un gesto de agradecimiento pero por lo contrario la policía te detiene y te encarcela. Alarmado como no habías estado nunca y con la duda invadiendo tu cuerpo por todos los poros de tu piel, sufres un escalofrío tan intenso que apenas te deja balbucear unas palabras: - pe, pe, pero, ¿por qué? - Entonces el agente responde que te detienen por haber denunciado lo ocurrido ya que supone una filtración inaceptable.

No, amigos, esto no ha ocurrido exactamente así. En realidad lo que ha sucedido es mucho más trascendente. Esta historieta que parece sacada de una película de Hitchcock (salvando las distancias del genio con este humilde bloguero de pacotilla) viene a cuento del revuelo que se ha formado con las últimas filtraciones de Wikileaks.


Una persona normal, utilizando la lógica y el sentido común, al ver cómo le bajan los pantalones delante de todo el mundo y le pillan con las manos en la masa, asumiría su situación y reconocería su culpabilidad. Pero eso no pasa en el mundo real. No, en nuestra sociedad los políticos tienen los santos cojones de salir y huir hacia adelante saltándose toda ley universal de la vergüenza. Esconden la poca vergüenza que las ansias de poder le hayan dejado y se ponen a despotricar contra Wikileaks por sacar a la luz las artimañas de nuestros gobiernos, sí, sí, los nuestros, los "buenos".

En nuestra amada patria, tenemos el ejemplo de Leire -Power Balance- Pajín, adalid del "servicio de las personas y no de otro tipo de intereses". En EE.UU. le tocaba hablar a Hillary Clinton, en Francia a la ministra de Asuntos Exteriores...

Todos hablan del terrible problema que supone la revelación  de esos documentos pero ninguno dice una sola palabra sobre los delitos que quedan al descubierto en esas filtraciones.

No hablan, ni asumen responsabilidades, ni dimiten, ni inician investigaciones. En España tenemos varios casos, ya conocidos por otra parte, en los que EE.UU. presionó al gobierno y sistema judicial españoles para interferir en el 'caso Couso', en el caso de los vuelos de la CIA o el de las torturas en Guantánamo, de hecho se pidió que se impidiera que esas causas llegaran a manos de Garzón. Los medios se han hecho eco de estas filtraciones como aquí, donde podemos ver también cómo varios países aceptaron dinero a cambio de recibir presos de Guantánamo, sí, de esos que no han tenido un juicio.

De hecho, las últimas filtraciones sobre los informes de la diplomacia americana son una auténtica gilipollez comparados con otros, como el que pone en evidencia posibles nuevas acciones beligerantes de EE.UU. o los ya sabidos delitos cometidos en Irak. De hecho, quizá lo trágico sea que ya se conocen numerosos atropellos y no ha pasado nada. Lo único que nos provoca es indiferencia, como la de Javier Solana.

Pero todos estos hechos no merecen ni una dimisión, ni una disculpa, ni una investigación. En un mundo, no ya justo, sino lógico, utópico al parecer, todos estaríamos indignados con esta situación y pediríamos las cabezas de todos esos criminales. Es más, en ese mundo esto no pasaría. Pero el mundo en el que vivimos es el que es, un mundo en el que el culpable no es el que comete delitos y los intenta ocultar con nuevos delitos, un mundo en el que el culpable es el que tiene el valor de denunciar el delito. En este mundo parece lógico matar al mensajero.

1 comentarios:

  1. Dat dijo...

    Mira por donde siguen saliendo cosillas: http://periodismohumano.com/en-conflicto/informe-confidencial-de-eeuu-un-mes-despues-del-golpe-de-estado-en-honduras.html

¿Estás seguro de querer comentar algo? Tú mismo.