El último pupitre

2012, un año repleto de grandes noticias.

Algunos jugaron a hundir la flota con el Costa Concordia mientras su capitán jugaba a los médicos.

Obama ganó de nuevo las elecciones de EEUU comenzando cuatro años más de gobierno, inflados con la esperanza de un cambio social. Esta vez es el abismo fiscal el que acecha con pinchar el globo de la ilusión.

Al contrario que ocurre con el el marido de Cifuentes, se estrechó el cerco al bosón de Higgs.

España revalidó la Eurocopa de fútbol. Las nuevas generaciones ni siquiera saben qué significa "cuartos de final".

Phelps y Bolt volvieron a hacer historia en los JJOO de Londres mientras el COE ganó el premio al mejor disfraz.

Un tipo se tomó en serio el anuncio de Redbull y saltó desde la estratosfera. Redbull no le dio alas pero le pagó el salto a la fama.

Después de explotarnos la burbuja inmobiliaria España siguió en obras, esta vez con múltiples reformas (laboral, de justicia, sanitaria, etc, etc).

Se rumorea que en 2012 Rajoy dijo una verdad en la intimidad: "Floriano está en mi gobierno para no ser yo el más tonto".

Y por lo demás, todo siguió prácticamente igual: se refundó el capitalismo; hay masacres en medio mundo; el pez grande se come al chico; hay protestas en las calles y los gobiernos intentan restarle importancia mientras mandan sus tropas a reprimirlas; Israel sigue con su genocidio en Palestina; sigue creciendo el número de fanáticos sin cerebro: fanáticos del fútbol, de la religión, del dinero...; sigue habiendo guerras, niños soldados, y la gente sigue muriendo de hambre y frío. En definitiva, seguimos dentro de esa rueda que gira y nos lleva a repetir los mismos errores una y otra vez, en la que volvemos a perder nuestros derechos, en las que el hombre deja de tener dignidad.

Supongo que sólo nos queda la esperanza de volver a girar hasta recuperar una sociedad decente... ¿o quizá podamos pinchar la rueda?

Adiós 2012, hola 2013.